viernes, 21 de diciembre de 2012

Segundas oportunidades

Nota: Hoy quería escribir algo, pero es que mi cabeza no para de pensar en las vacaciones y no puedo aclararme, así que he decidido que voy a recuperar algún post antiguo de esos que han quedado en el olvido, para darles una segunda oportunidad. A disfrutar otra vez :)

¡Qué tiempos aquellos cuando miraba el contorno y suspiraba! Pensaba que sería eterno, pero al final, como todo, acaba. ¡Qué tiempos tan felices! ¡Qué momentos tan bellos! ¡Qué iluso era, que pensaba que sería para siempre!
¿Cómo saber que ha terminado algo? ¿Cuándo poner punto y final? Se siente uno tan solo cuando se da cuenta que ya no tiene lo que ansiaba. Caminos que recorrer, pero esta vez solo, se decía a sí mismo. Pero no lo estaba, aun tenía sus ideas, y su sentido común. Ese nunca me abandonará, decía para sí mismo en la oscuridad de su cuarto, sucio y con la ropa de vaya usted a saber cuándo.
Solo podía confiar en él, y entonces se sentía contento, pues él era quien dominaba la situación mejor que nadie, ¿para qué necesito a nadie más? ¡Soy autosuficiente! Voy a salir a la calle a sembrar el caos en las mentes de los demás. Voy a intentar que me tomen por loco, cuando soy más cuerdo que ninguno.
La calle no es lugar para locos, y mucho menos para locos que no lo son, pero lo aparentan. En seguida lo tacharon por ser diferente y raro, pero era lo que él quería y se daba por satisfecho. Solo una vez más, decía en voz alta. Hacía tiempo que había dejado de pensar para sus adentros y decía lo que quería, cuándo quería y dónde quería. Total, era un loco. Pero un loco muy cuerdo.
Al final superó la pérdida, pero de poco le valió. El internado no es buen lugar para un loco que no lo es tanto.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Lujuria incontenida

Solo quiero tenerte en mi boca. Quiero saborearte, descubrir los miles de sabores que tienes para ofrecerme. Te veo ahí sentada y mi organismo empieza a funcionar, mi boca es un mar de saliva fluyendo sin parar y mi corazón se acelera si albergo la posibilidad de no tenerte.
Cuento los segundos que me faltan para llegar hasta ti, pensando en cómo voy a empezar a que formes parte de . Puedo sentirte dentro de mí y tú ni siquiera lo sabes, pero lo sabrás, estoy completamente seguro.
El tiempo no pasa, pero en mi mente ya has estado conmigo. Te he tenido, te he tenido muy cerca, he aspirado los aromas tan embriagadores que tenías para ofrecerme, me has llenado de deseo, y no he podido contenerme en hincarte el diente. Todo esto transcurre sin que lo sepas. Cuento los segundos que me faltan para llegar hasta ti. Esta pequeña alucinación no ha hecho más que unirnos un poco más. Y tú, ni siquiera lo sabes todavía.
Por fin ha llegado el momento. Te pones enfrente de , y te miro, desafiante. Bajas la cabeza, pues te sientes intimidada ante mi presencia. Sabes que no tienes nada que hacer contra mi apetito y te dejas llevar. Es latente en el ambiente la química instantánea que hay entre los dos. Tú me das lo mejor de ti misma, y yo respondo con alaridos de gloria ante tal deseo.
Nuestros cuerpos entran en contacto con una armonía asombrosa. Soy el que da el primer paso y doy el primer mordisco, suave, no quiero hacerte daño. Mis más bajos impulsos me indican que debo atacarte con fuerza mientras jadeo con fuerza como un perro en celo, pero me impediría saborearte como es debido. Intento calmar mi ansia y vuelvo a probar tu dulce néctar que recorre todo mi cuerpo. Toda la piel de mi cuerpo se transforma en piel de gallina y abro los ojos para asegurarme que sigues ahí, que no te has ido. "Solamente acabo de empezar contigo", te digo con una mirada lasciva.
El resto ya es puro placer sin límite, rápido, despacio, constante. Los líquidos lubricantes juegan un papel esencial en este partido. Necesito que deslices todo tu ser por mi pecho y te quedes a la altura del ombligo. Puro morbo.
No tengo suficiente de ti y después del primero, tengo que rogarte otro, y otro, y otro. Y tú estás siempre dispuesta, siempre sumisa a mis deseos más carnales. Eres mi mayor pecado, mi diva, mi diosa, el amor de mi vida, mi amante infiel, y no me importa compartirte con otros si eso significa que de vez en cuando sacarás un rato para .
El éxtasis llega a nosotros en un último suspiro ahogado mientras cierro los ojos y doy gracias a los dioses por ponerte en este mundo. Ha sido tan corto, y tan placentero...
¿Me llamarás? Me pregunta después de que hayamos terminado. Enciendo un cigarrillo y le devuelvo la mirada con una sonrisa cómplice y le juro por mi vida que nunca la abandonaré. Jamás he hecho un juramento tan en serio.

Solo me queda pagar la cuenta. Llamo al camarero pidiéndole que me traiga el billete mientras me pregunta que si he disfrutado de la noche. Le tiro una mirada que responde a su pregunta, y salgo de la pizzería con la sensación de haber tenido una noche de sexo sin control...


martes, 18 de diciembre de 2012

Si tú me dices ven, lo dejo todo

Ha vuelto y dice que viene para quedarse una temporada. "Veremos a ver", le digo un poco escéptico, no me creo mucho las cosas de alguien que me engaña día sí, día también. Esta vez parece más sincera que nunca, aunque nunca se sabe, hace poco me volvió a abandonar, y la verdad es que no lo pasé muy bien. Me ha pedido perdón, y me ha dicho que la razón de su partida fue porque creía que YO necesitaba estar una temporada solo, sin ella. Pero no se da cuenta de que ella me da la vida. Después de arreglar este malentendido en el que le he puesto las cosas claras, me ha jurado y perjurado que la próxima vez que decida marcharse, hablará primero conmigo. "Se acabaron las mentiras, los secretos y los engaños", me ha dicho.
En esa tesitura he salido hoy de casa y estoy escribiendo estas líneas. Espero que cuando llegue a casa siga en el mismo sitio que donde la dejé. Por ahora hoy ya me ha mandado un par de mensajes, los cuales he recibido con sumo agrado, ya que normalmente no hacía este tipo de cosas. Espero que le dure tanta amabilidad.
¿Por qué ha vuelto? Es una de las muchas preguntas que me he hecho esta mañana. Es evidente que la echaba mucho de menos, pero estaba muy cabreado con ella y no quería que volviese al menos durante un tiempo. Nuestra relación amor-odio acabará por volvernos locos a los dos, pero si ella vuelve, no puedo decirle que no, y viceversa.
"Si tú me dices ven, lo dejo todo". Es una verdad inmensa. Igual no te parece adecuada ahora, pero llegará el momento en el que sea tu frase de cabecera. Créeme querid@ lector/a que esta frase será algún día cierta para ti, será cierta cuando encuentres ese algo que te diga ven, y no podrás resistirte, será cierta cuando lo más importante en tu vida, sea que alguien te diga "ven". Todos tenemos ese algo que si nos dice "ven", lo dejamos todo. En mi caso, es mi sonrisa. Se marchó durante un tiempo, pero ahora me ha dicho "ven", y querid@s amig@s, tengo que dejarlo todo...


viernes, 14 de diciembre de 2012

Acción-Reacción, es decir, otros tiempos, otras necesidades

Financia tu vida con un presupuesto general a un interés muy bajo. Los plazos de devolución serán abonados en cómodas mensualidades que podrás abonar cuando más te convenga, pero eso sí, tendrás que pagar religiosamente. De lo contrario, verás incrementada tu tasa mensual en un tanto por cierto a convenir entre las dos partes contratantes. Dicho incremento será perpetuo e incremental con respecto a las sucesivas demoras de pago.

Bueno, así es como veo la vida, una sucesión de acciones y reacciones que tienen como usuario final a nosotros mismos. Somos los dueños de nuestra propia vida individual, pero en el momento en el que nos integramos en la sociedad, ya dependemos de nuestros actos, es decir, tenemos que abonar en cómodas mensualidades el precio de vivir en sociedad. Si metemos la pata, tendremos que pagar un incremento más del que estábamos pagando, es decir, tendremos más preocupaciones, más complicaciones para vivir. Recuerda: acción, reacción.
Es el precio de la vida del siglo XXI, queridos amigos. No nos queda otra.
"¿Y qué te parece?" Pues ni bien ni mal, realmente. Creo que esto era cuestión de tiempo. De todos modos, no creo que estemos viviendo en la peor época de este, nuestro ser humano. Los peores tiempos aún están por venir. Durante siglos, el ser humano ha luchado por sobrevivir, ahora lucha por no aburrirse. Lo que os decía, otros tiempos, otras necesidades.
"¿A qué te refieres con que esto era cuestión de tiempo?" Vaya, hoy estás preguntón, cerebro estúpido. Pues me refería a que se veía venir. El ser humano a lo largo de la historia ha sido cruel y despiadado con sus semejantes, y aun más cruel con el resto de la fauna terrestre. ¿Por qué voy a tener que asombrarme cuando veo injusticia? Ahora seguimos siendo igual de despiadados que antes, o incluso más. La única diferencia es que ahora se puede ocultar mejor, o se puede hacer creer a la gente que es estrictamente necesario que sea así. Vuelvo a repetir: otros tiempos, otras necesidades.
Pero tiempo al tiempo, como ya he dicho antes: acción-reacción. La madre Tierra nos tiene que tener una muy buena preparada cuando hemos hecho tanta acción sobre ella. La reacción va a ser del copón. Lo único que pido es que no me pille ahí cuando suceda.


jueves, 13 de diciembre de 2012

Una montaña, un día

Cómo me gustaría ser inmortal. Al menos por un día. Solamente un día. Un día para hacer todas esas cosas que si las hiciera me moriría. Como por ejemplo correr montaña abajo.
En este momento no hay nada que me apetezca más. Subir a lo alto de una montaña y correr hacia abajo sin importar si me voy a caer o voy a quedar vivo. Solamente correr ladera abajo. Sin parar, mirando hacia arriba.
Me gustaría sentir cómo libero toda la adrenalina acumulada mientras mis pies van dando un paso tras otro, sin miedo a que mi cerebro les dé la orden de parar. Si me caigo, me vuelvo a levantar, y vuelvo a correr, y vuelvo a sentir...
Me gustaría ver un acantilado y lanzarme sin miedo a morir, me gustaría sentir la gravedad en su máximo esplendor, con la única preocupación de que en cuanto caiga al suelo, voy a tener que echar a correr otra vez.
Quiero mirar con desprecio a las aves. Quiero mirar por encima del hombro al mundo en el que existen las leyes de la física y la química. Solamente un día. ¿Acaso estoy pidiendo algo excesivo? Quiero mi momento, creo que cada uno nos lo merecemos. Solamente un día.

A decir verdad, así es como me gustaría que fuese la muerte. Me gustaría morir y que mi alma suba a lo alto de una montaña. En ese momento miraría con desprecio a las nubes y me precipitaría montaña abajo. Y así un día tras otro, hasta el fin del universo. ¡Qué bonito sería, verdad!
Habrá que conformarse con lo que hay, con la esperanza de que a mi muerte, pueda cumplir mi sueño. Mientras tanto, lo más parecido a esta sensación, es la canción que pongo aquí debajo. Solo cerrad los ojos, escuchad e imaginad.


miércoles, 12 de diciembre de 2012

En busca del valle encantado :)

Paso las horas sin quitármelo de la cabeza. ¿Habrá respondido? Me da miedo entrar. Si no veo la respuesta a mi mensaje me volveré loco. Miles de preguntas rodean mi cabeza... ¡vamos! ¡Sé valiente! ¡Comprueba si lo ha leído! No. Demasiado riesgo. Si lo ha leído y no me ha contestado, solo puede significar una cosa, y no es bueno... ¡venga! ¡Una ojeada! Vale, ¡me armo de valor! No lo ha leído. Bien.
Y todo esto sucede en un segundo. ¿Pueden imaginar la explosión de locura que puede haber en una cabeza que no puede quitarse eso del coco? Así es normal que uno quiera volverse loco...
Vivir la vida esperando algo, algo que uno mismo no sabe ni siquiera lo que es. Y no conseguirlo. Es normal. Tener la sensación de que falta algo en tu vida vacía. Algo que no sabes lo que es. O algo que no quieres reconocer. Eso ya es otra cosa.
Cómo me gusta escribir en el blog. Me doy cuenta de muchas cosas mientras las estoy escribiendo y van madurando en mi cabeza. Cómo he podido estar tan ciego. Esa era la solución. Ese bloqueo mental, eso que no te deja vivir, es simplemente que no quería reconocerlo, punto y seguido. Ahora que me he dado cuenta. ¿Qué hago? Ya hemos avanzado algo en la solución del problema. ¿Y qué? Sigue siendo un tema que da para mucho pensar y para mucho cavilar, pero ya hemos avanzado algo. Por lo menos a partir de ahora no seguiré engañándome a mí mismo.
Estoy caminando sobre un valle pantanoso, donde los árboles me gritan que vaya más rápido. Pero mis pies están anclados al suelo y no puedo mover ni un músculo. Los animales se ríen de mí, pues ellos saben trepar por los árboles. Menudos cabrones, seguro que si estuvieran en mi situación no se reirían tanto, y estarían como yo. Nadie puede ayudarme, y no voy a dejar que nadie me ayude. Estos terrenos son difíciles de conquistar, pero una vez que sales de uno, es más difícil que vuelvas a entrar en otro, y para ello es imprescindible salir solo.
Por un momento, iba a quemar este post, pero he pensado que quizás así los conspiparanoicos tendrían entretenimiento por un rato. Me gusta que la gente se entretenga con lo que hago. Creo que cualquier persona o ente se puede sentir identificada con este post, y pensar: "Ahhmm, ya sé por dónde van los tiros", quiero dejarles claro que, quizás....


lunes, 10 de diciembre de 2012

El post con tantos títulos que se quedó sin ninguno

No aguanto más. No quiero que nadie se sienta ofendido por esta frase, nadie en concreto tiene la culpa, pero siento que he llegado a mi tope. He alcanzado el límite de mi paciencia.
Ya no sé con qué cara salir a la calle. Pensaba que esto de vivir era sencillo, que lo llevaba con total naturalidad, que era un privilegiado dentro de un mundo de personas que no sabían cómo funcionaba el juego. Pero llevo días viéndola delante de mí cuando despierto. Y no se marcha.
Antes bastaba solamente con un buen entretenimiento para que se marchara, era fácil. Después se fue convirtiendo en una tarea más complicada, hasta ahora, que es imposible. Desde que me levanto hasta que me acuesto la tengo enfrente de mí, me mira impasible, desafiante, y me dice: "no te vas a librar de mí". Menuda hija de puta, voy a tener que hacer otras cosas para librarme de ti.
He perdido el control y lo estoy sintiendo cada día más y más. Ya no sé pensar con claridad, he perdido la inspiración a la que tanto me había aferrado en estos días. Ya no encuentro motivación para hacer lo que realmente quiero... al menos, tengo ganas de vivir... por ahora.
¿Y quién te ha metido en mi cabeza? Nadie, pero entre todos lo habéis conseguido. Tanto fue el cántaro a la fuente...
No quiero tenerte dentro de mí, no ahora, no en este momento joder. Aun no estoy preparado para albergarte, entonces ¿para qué vienes? Supongo que he coqueteado mucho contigo, y ahora por fin has decidido dar el paso, pero deberías saber que no estoy preparado. Desde que nos conocimos, sabíamos que nuestros caminos se iban a juntar, que estábamos destinados a estar juntos. Tú y yo somos  una bomba a punto de explotar, y cuando lo haga... va a saltar mucha metralla a gente que no lo merece.
Por eso tengo un blog, para poder expresarme de este modo y poder librarme un poco de ti, que me tienes loco y no me dejas vivir.
La primera medida que tengo que tomar, es obligada, y es la que más me va a costar. Exclusión. Esto lo tengo que pasar yo solo...


viernes, 7 de diciembre de 2012

Viernes = Felicidad instantánea

Es viernes. Mola. Noto el Rock&Roll por las venas y me da la vida. ¡Tengo euforia por sangre y siento que me voy a comer el mundo!
En un corto espacio de tiempo cogeré mi coche, enchufaré la radio a tope y gritaré por la carretera, sacando la mano por la ventanilla y mirando a todo el mundo con cara de felicidad.
Con que pocas cosas es uno feliz. Ese pequeño momento de montar en el coche. No hay dinero en el mundo que consiga pagar esa sensación. Creo que simplemente por ese momento vale la pena ir a trabajar. El dinero (dentro de lo obvio), es secundario.
Cuando conduzco la vuelta me siento como un perro que asoma la cabeza por la ventana. Quiero sentir el aire pegando fuerte sobre mi cara, pegando fuerte sobre mi sonrisa. Nada más importa.
¡Qué lástima que solo podamos tener esa sensación los viernes! ¿Por qué el mundo está tan mal hecho? Yo quiero sentirme así todos los días de la semana, los 365 días del año, ¿por qué a mi mente no le sale ser así? Supongo que será porque al final, acabaré acostumbrándome a ser feliz, y sería mi estado natural, con lo cual caería en el aburrimiento y estaría cansado de ser feliz. Qué complicado e idiota es el ser humano, ¿no es así?
De todos modos, las pequeñas dosis de felicidad son la más adecuadas, ya que te hacen apreciar lo realmente importante. Si viviésemos en un estado de felicidad constante, la verdad es que sería aburrido, y podríamos disfrutar de muy pocas cosas, ya que todo sería ideal y perfecto de la muerte. Sin embargo, si la felicidad la racionamos, es lo que la hace especial.
No me hagáis caso, simplemente digo lo que pienso en este momento. Algunas veces he dicho que la felicidad debe ser constante, ahora digo que debe estar racionada. Simplemente son estados de ánimo, no me echéis a los leones todavía por favor. Me quedan muchos días y muchas incoherencias que cometer :)


miércoles, 5 de diciembre de 2012

El ascenso al mundo caótico

Me pongo delante de la pantalla con ganas de escribir algo grande. Vale, ya estoy sentado. La pantalla me mira. Yo la miro a ella. Parece que me hace un guiño cómplice como diciéndome: "Ven aquí y escribe sobre mí algo bonito". Me froto los ojos y pienso: "las pantallas no hablan".
Bueno, pues aquí me hallo. Hablando solo a la pantalla, con los ojos como platos y diciéndome a mí mismo que las pantallas no hablan. Parece surrealista, pero así es mi vida. Un cúmulo de situaciones grotescas y estrambóticas sin ningún sentido en mente ajena, pero con total organización dentro de mi cabeza. Igual que la habitación de un adolescente, un caos ordenado.
En cierto(y total) modo, me encanta mi vida. Me encanta tener la capacidad de imaginar situaciones inverosímiles, aunque el resto del mundo no sea capaz de imaginarlas. Mejor, de todas maneras, la gran mayoría no sería capaz de disfrutar la mitad de lo que disfruto yo con mis pequeñas paranoias mentales.
Cuando le quito la correa a mi mente para que corretee por el asombroso mundo de la imaginación, veo paisajes asombrosos, seres increíbles, no existen las leyes de la física, ni las leyes químicas ni matemáticas. No hay orden, y eso es lo magnífico, que es caótico, pero como he dicho antes, es un caos ordenado. Todo el mundo es feliz en mi cabeza, nada es de nadie y no hay necesidades materiales ¿Para qué se necesitan?
De fondo escucho una voz que me obliga a poner la correa a mi mente y a ordenar lo que estaba caótico. Es difícil por unos segundos, pero consigo poner cada cosa en su sitio y descender al horrible mundo real, donde existen las leyes físicas y químicas, y donde las matemáticas se cumplen al pie de la letra. Todo está ordenado y los únicos seres que se ven son robots de carne y hueso cumpliendo unas normas "ordenadas". Soy un preso más de esta sociedad, al igual que tú, querid@ lector, pero me queda el alivio de que de vez en cuando, puedo sumergirme en mi mundo ideal, en el que no existen las leyes físicas ni químicas...


martes, 4 de diciembre de 2012

El hombre, la mujer y otras cosas del meter

Hoy iba a escribir unas líneas bonitas. Con sentimiento y muchas metáforas en referencia al alma y el corazón, y a la verdad que desprende. Pero he pensado: ¿para qué?
Sé que leeré esas líneas unos días después y pensaré: "vaya cursilada que solté aquel día, sudaba purpurina", así que he decidido que por lo menos hoy no voy a escribir nada cursi.
Hoy en día se ha perdido la figura del hombre galán, aquel que conquistaba a la dama recitando un poema y llevando un ramo de flores con la rodilla hincada al suelo. Las mujeres lo saben, y lo aceptan con gusto por lo que parece...
Yo echo de menos esa época. No es que la haya vivido (ni mucho menos), pero sí que me habría gustado componer unas palabras bonitas y recitarlas frente al portal de mi amada, mientras su madre me tira un cubo de agua para que no moleste. Eran otros tiempos, otras costumbres.
Pese a aceptarlo, las féminas no pierden la esperanza de encotrar a su príncipe azul en medio de un lago repleto de sapos y ranas, es por ello que se apoyan en los galanes televisivos de moda del momento. Eso, queridos congéneres, es una llamada de socorro.
Pero claro, el cerebro de una mujer es un tema aparte. No sois complicadas, queridas, del mismo modo que no todos los hombres somos iguales. Los tópicos, al igual que los récords, están para romperlos y DEBEN estar rotos lo antes posible.
Para que una mujer deje de ser complicada hay que seguir dos consejos: mírala a los ojos y escucha lo que dice. Ya está. Hay mucha industria de lo misterioso rodeando a la mujer, pero en el fondo son tan sencillas como el resto de humanos.
Y bueno, esto por hoy es lo máximo que puedo ofrecer. Quiero disculparme si lo escrito no tiene mucho sentido, lo he tecleado en diferentes momentos del día y ya sabéis, no se piensa igual a las 8 que a las 14... así que es probable que os encontréis con casos contradictorios dentro del mismo post, que ya tiene delito. ¿Y mañana? Para mañana ya me he comido mi pequeña ración de esperanza.


lunes, 3 de diciembre de 2012

A la luz de la luna. Con cariño :)

¿Escuchaste el sonido del viento chocando con la luna? La luna en su defensa gritaba que en el espacio no existe el aire, y no podía darle el viento entonces. El juez ordenó la sentencia de estar girando alrededor de la tierra durante el resto de sus días, desatendiendo los razonables argumentos de la pobre luna, que estaba condenada a ver la tierra durante un día, y otro, y otro...
Menuda putada. Los días se hacen eternos, y lo único que hace es dar vueltas y vueltas... De vez en cuando, alguien la mira y dice: "¡Qué hermosa es la luna!" Pero ella está hasta los cojones de tener que poner siempre buena cara. "¡Ay si no fuera por las leyes de la física iba a estar yo dando vueltas a este planeta asqueroso, infectado de humanos repugnantes!".
Eso es lo que pienso cada vez que veo a la luna. La veo presa de unas leyes que ella no ha decidido. En un momento de su existencia cometió un error: acercarse mucho a la órbita terrestre. Y lo está pagando por toda la eternidad. Lo que he dicho antes: una soberana putada.
Ahora tiene que dar vueltas. Creo que hace tiempo que dejó de contarlas, pero debe llevar unas.... no sé, muchas. Ella estaba aquí cuando yo llegué, y seguirá estando aquí cuando yo me vaya. Hay pocas certezas más ciertas que esta, por lo menos de momento.
Da que pensar la luna. La ves ahí dando vueltas y no somos conscientes de lo que ha tenido que pasar. Pobre luna. Siempre a la sombra del sol. Estará hasta los cojones de todos nosotros... yo por lo menos lo estaría... menuda vida...
El universo es salvaje, y caótico a la par que ordenado... para el universo, una vida no vale nada, entonces, ¿por qué vale tanto para nosotros?
Oh, wait, creo que me estoy pasando con la temática de este post. Ya hablaremos de esto otro día, porque esto tiene chicha para largo...