¡Buenos días queridos radioyentes desconocidos! Bien
avenidos y bienvenidos al estreno de este pequeño espacio llamado ‘Confesiones
desde el cagadero’, y aunque esto no sea un rimadero, mi nombre es Mr. Letrina
y ¡presento como me sale de los huevos quiero! El cagadero, ¡ay el
cagadero! ¡Qué lugar ocupa en nuestras vidas tan importante! Nos bajamos los
pantalones y no recibimos ningún desplante sea cual sea nuestro talante en dicho
instante. En él hallamos paz y comprensión, intimidad y satisfacción, alivio y en
ocasiones… ¡una peste del copón! ¡Pero retruécanos qué más da! Un cagadero no
juzga a su ocupante, se limpie sentado, de pie, de lado o por delante. Un
cagadero te mira al ojo sin ser oftalmólogo y soporta tu monólogo como el mejor
psicólogo.
Pero aquí el cagadero no es el único protagonista, él es el
médium y vosotros los artistas. Podéis mandar vuestras reflexiones, alegatos,
anécdotas o confesiones para que salgan en antena, con la única condición de
que al terminar tiréis de la cadena. ¡Y sin más dilación nuestro primer cagaderotestimonio!
Por cierto… ¡lavaros las manos no os coman los microbios!
Hola Mr. Letrina. Me llamo Jacinto pero todo el mundo me conoce como “el
Chupamuebles”. Y no, mi apodo no es en sentido figurado. En efecto chupo muebles
desde pequeñito. Crecí portando esta peculiar manía grabada en mi ADN, ya que sin
duda prefería lamer el reposabrazos de un sillón o la pata de una silla antes
que el chupete. Al principio me valía cualquier material, pero pronto la madera
se convirtió en mi verdadera perdición. Hoy día soy capaz de diferenciar un
contrachapado de un aglomerado con un solo lengüetazo, distingo sin vacilar
entre la deliciosa caoba o el exquisito ébano sea cual sea el barniz aplicado,
aunque nada como un buen barniz acrílico de poliuretano por supuesto. Esta atípica
afición mía nunca ha sido bien acogida socialmente. Mis diferentes –pocas-
novias siempre me han abandonado con la misma muletilla: “¡parece que esté
besando una mesita de noche!” Como si eso fuese algo malo, rumiaba yo… Cuando ya
había perdido toda esperanza por encontrar mi media naranja, el destino –internet-
la puso en mi camino. ¡Amor a primera vista como en las películas! Su nombre Juana,
Juana “la Chupaescobillas”. Reconozco que su aliento no me entusiasma demasiado…
¡pero nuestro amor, respeto y comprensión están más allá de cualquier halitosis!
Btrrgbrbgrbhbsshhhhhhhhhhhhhhhhhh (sonido del cagadero).
¡La puta cómo está el mundo! (técnico de sonido: “¡Estamos
en anteeena!”) Emmm, perdonar un segundo… (Mr. Letrina: “¡¡%$@$&% de mierda
%$@$&% cabrón incompetente!!”) Disculpar este pequeño incidente, ¡cosas del
directo! Vaya, vaya, ¡interesantísima la historia de nuestro amigo Jacinto! Un
verdadero ejemplo de cómo escabullirse de un laberinto sin engancharse al vino
tinto. Y todo gracias a Juana, una original ciudadana que ha sabido ocupar la
otra mitad de su cama sin reproches ni escamas, sin aversión ni desgana, sólo
de amor, respeto y comprensión está colmada esta trama.
Y digo yo mozos y mozas, ¿en el fondo qué son minucias nimias
como chupar muebles o escobillas, adiestrar cucarachas o coleccionar colillas? En
realidad todos somos más raros que un pollo con orejas, ¡y quien esté libre de
pecado que tire la primera oveja! Una bonita moraleja tengo entre los dientes
dedicada para ti, querido cagaderoyente: Jamás pierdas la esperanza en esta
dura andanza repleta de amenazas; con entusiasmo siempre avanza aunque te den
calabazas, coge tu corazón y haz la mudanza siendo valiente y no una nenaza, pues
quien de verdad te merezca a tu favor declinará su balanza y querrá bailar la
vida al compás de tu danza.
¡Ohhh qué cuqui mi epílogo sentimentalero! ¡Se ha emocionado
hasta la piedra de mi mechero! ¡De repente me han entrado unas ganas locas de
montarme en tu velero y ponerte yo el sombrero! ¡Ay que me pongo sandunguero! ¡En
fin Serafín esto ha sido todo por lo pronto a gusto con la vida espero! ¡Mr.
Letrina se despide por hoy en Confesiones desde el cagadero! ¡Buena suerte coleguillas
y partirlo en dos si no cuela entero! ¡Yeah!
(Segundo programa: http://vivirdesconectado.blogspot.com.es/2013/09/confesiones-desde-el-cagadero_18.html)
(Segundo programa: http://vivirdesconectado.blogspot.com.es/2013/09/confesiones-desde-el-cagadero_18.html)
Bienvenido a mi blog. Es un placer tener un colaborador de estos quilates por aquí :)
ResponderEliminarGracias por dejarme utilizar tu wáter Súper Jaan, el placer es todito mío!! ;)
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