Y con esta consigna ando por bandera haciendo mi vida más llevadera, y entretenida, todo sea dicho. Si quiero un trozo de cielo, no tengo más que alzar la mano y cogerlo. Vivir es tan sencillo como complicado, no me cansaré de repetirlo. Pero es todo tan confuso, que a veces no sabemos si estamos ante algo simple o algo realmente complejo. Entonces, ¿en qué quedamos? Quedemos entonces en que hay que vivir, e intentar hacer simple lo complicado, pero no a la viceversa como se suele hacer. Además, a mí no me preguntes cómo vivir, yo voy haciendo las cosas sobre la marcha, nunca me gustó tener nada planeado. Me gusta fluir como lo hace un piano, me gusta andar al ritmo de la música, y ver que todo está en armonía, tal y como lo dejé. Me gusta la simetría y soy un maniático del orden. Pero el patrón de lo ordenado déjame definirlo a mí. Serás cabrón, acabas de decir que nunca te gustó tener las cosas planeadas. Vale, eso no quiere decir que no me guste el orden.
Mi orden es un tanto especial, porque lo defino yo, yo soy el que tiene los patrones del orden y el que decide cómo encajan dos piezas. ¿Es absurdo? Pues sí, pero ya te dije quién era: soy un río que no desemboca, soy un lápiz sin carboncillo...
Eres aquello que quieres ser, lo que los cubatas te permiten.
ResponderEliminarShermi.
Siempre. Cuando se meten los cubatas de por medio, ya no es de mi jurisprudencia :)
EliminarQué pasada Jan, qué pasada!!
ResponderEliminar^^ gracias tío! Sigamos fuertes que esto se levanta solo! Menuda dupla!!
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