miércoles, 1 de agosto de 2012

Reflexiones mortales


Si de algo tienes certeza es que vas a morir. Quizá no hoy, o tal vez mañana tampoco. Pero sabes que algún día vas a morir. ¿Por qué no tratar el tema con total transparencia, sin tapujos? ¿A qué viene esa cultura de dejar huella en el mundo cuando uno fallece? ¿A qué viene esa tristeza cuándo alguien muere? Sabes que algún día correrás la misma suerte que todos los fallecidos, así que, ¿para qué molestarse?
A lo largo de la historia de la humanidad, en lo más hondo del hombre, creo que se alberga la posibilidad de que algún día, salga un personaje y descubra la fórmula de la inmortalidad, por la cual estaremos vagando en este mundo por el resto de los tiempos.
Es una característica muy propia del ser humano el temer lo que se desconoce, ¿habrá algo más desconocido que la muerte? Sinceramente, y siendo honesto, debo incluirme entre los que tienen pánico a la muerte. Me gusta estar vivo, aunque a veces no lo parezca, pero claro, ¿quién sabe lo que hay al otro lado? ¿Oscuridad? ¿Nos volatilizaremos cual azúcar en un vaso de agua? ¿Vagaremos por el universo como almas en pena?
No sé lo que hay después de la vida, y si soy sincero, creo que no me gustaría saberlo, me gusta que me sorprendan.

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