jueves, 28 de marzo de 2013

Cutre verso de final de invierno

El ángel del infierno
No será eterno
Mas no podrán controlar los impulsos
De un corazón parado en desuso

Un tiempo para el recuerdo
No será eterno
Mas en la cabeza pensante del guerrero
La batalla ha ido perdiendo terreno

Apunto en mi cuaderno
No será eterno
Mas las palabras anotadas con cuidado
Son las despechadas por un público atontado

Vivo en el vientre materno
No será eterno
Mas fluyo en líquido transparente
Que no hace daño a mi estropeada mente

¡Cómo se pasa el invierno!
No será eterno
Mas las hojas heladas del frío
Ahora son bellas y sin hastío

¿De quién es esta alma que gobierno?
No será eterno
Mas cuando pierda la conciencia de su belleza
La arrogancia no dejará de mí ni una pieza

Esto es todo lo que tengo
No será eterno
Mas si quiero ser sincero conmigo mismo y pensar que soy un lerdo
¿Quién eres tú para impedirme que componga un cutre verso?


miércoles, 20 de marzo de 2013

El del mudo y el gritar

¿Por qué no puedo gritar? Estoy mudo. Vale. Debo aceptar mi posición. Debo aceptar que no puedo expresar mi opinión acerca de un tema que necesito opinar, porque se trata de mí. Están hablando de mí. Y están hablando mal, y no puedo replicar. Mierda.
¿Qué están contando de mí? ¡Es todo mentira! ¿Por qué me ponen en tan mal lugar? ¿Y por qué no puedo gritar? ¿Por qué no puedo dar un golpe en la mesa y decirle a todo el mundo que esas falacias no tienen fundamento alguno? Porque estoy mudo. Mierda.
Soy mudo, e invisible. Soy un ente, un fantasma, ni siquiera estoy aquí, solo puedo escribir. Pero nadie me lee, y en el caso de que alguien lo hiciera, nadie me comprendería, porque necesito gritar muy alto. Como solo yo puedo hacerlo. Estas palabras son un canto desesperado de un hombre roto por un destino cruel. Mierda.
Tengo que expresarme de algún modo. Debo inventar algún método para sacar esta rabia que llevo dentro. Esto no puede quedar así. No se pueden ir de rositas, no se lo voy a permitir. ¿Quién se han pensado que son? ¿Con quién cojones se creen que juegan? ¿Acaso no impone mi presencia? ¿Acaso no soy lo suficientemente grande como para que al oír mi nombre, no se echen a temblar? Es posible, pero soy un fantasma, una ilusión en mi cabeza, soy tan grande como mi imaginación me deja, pero es una ilusión, una proyección narcisista de mi persona la cual solo yo puedo ver. Es como masturbarme viendo mi foto, un placer solitario, egocentrista y de nuevo, solitario. Estoy solo. Mudo y solo. Y no existo. Mierda.
No puedo hacer nada más que incrementar mi ego ante las críticas. Vivir es triste y cada segundo se antoja una pequeña tortura de la que no podré salir bien parado. ¡Qué efímeros son los buenos momentos! ¡Y qué mentirosos! Valientes hijos de puta. El reloj no para de sonar y total, ¿para qué? ¿Es esta una película sin final? ¿Cómo termina esta historia? No quiero que ganen los buenos, sería obra de un guionista muy cínico y cabrón. Esta historia es para los malos. Estaba escrito desde el principio y ha de ser así. Entonces, ¿en qué bando he de estar? En tierra de nadie se está muy bien, pero he de pagar el precio de ser un fantasma. Un fantasma sin lucha, un fantasma conformista. Una persona sin fe. Sin nada a lo que aspirar, ni nada por lo que luchar. ¿Te das cuenta ahora de por qué estás mudo? Tiene sentido, y es un asco. Mierda.


martes, 12 de marzo de 2013

Conversaciones cuánticas

- Dame la mano que te voy a llevar a un lugar seguro
+ Pero aquí sigo en peligro
- Entonces deja que te lleve a otro sitio
+ Me haces daño
- ¿Cómo quieres que nos movamos deprisa si no colaboras?
+ Ese es tu problema
- Vale, déjame pensar
+ Me aburro, eres idiota
- Cállate
+ En serio, ¿cómo puedes seguir viviendo con esa cara?
- Así no me dejas pensar, y por consiguiente, no te podré llevar a un sitio seguro
+ ¿No te cansas de querer ayudarme? Yo ni siquiera te lo he pedido y mírate, estás lleno de mierda
- No, ¡¡déjame pensar!!
+ ¡Para de moverte! ¡Me estás salpicando tu suciedad!
- Venga, vamos a probar a escondernos aquí. Quizá sea seguro
+ ¡Un bicho! ¡Vámonos de aquí!
- Es solo un bicho, este lugar es seguro
+ Pero hay un bicho, no quiero estar aquí
- Bueno, intentaré matarlo
+ Has fallado. Me has decepcionado
- ¿Y por qué no lo has matado tú?
+ Tú has sido el que me ha traído aquí y me ha puesto en peligro con ese bicho y encima quieres que ponga en peligro mi integridad física. Menudo defensor
- No soy tu defensor, no sé ni porqué estoy haciendo esto
+ Porque te importo
- Sí, me importas, ¿y qué? ¿Acaso tiene algo que ver con esto? Es absurdo
+ Yo no te he pedido que me defiendas
- Ya lo sé, pero no puedo verte en peligro
+ A lo mejor deberías irte a tomar por el culo, te repito que no te he pedido que me defiendas. Pero no te vayas
- No me voy, pero al final acabaré por morir. ¿Has visto mis ropas? No son dignas de nadie. ¿Cómo quiero que se fijen en mí si soy un trapo sucio?
+ Te repito otra vez que es tu problema.
- Déjame respirar, por favor
+ No te estoy agarrando, pero si me sueltas, moriré
- No creo que pueda aguantar por mucho tiempo con esto
+ Bueno, eso es algo que tenéis que lidiar entre tú y tu conciencia
- ¿Qué hago?
+ Vete de aquí, pero no te vayas
- Está bien, seré un ser cuántico. Podrá adoptar múltiples estados. Y después implosionaré. Gran consejo


jueves, 7 de marzo de 2013

Mi transformación

Esto no es un post. Es una advertencia. Depués de mucho cavilar, después de mucho pensar en ello, he decidido algo.
Y ese algo es una cosa muy importante para mi persona. Es algo que he querido evitar durante mucho tiempo, pero que sabría que tarde o temprano acabaría por salpicarme. Es mi destino, y no puedo evitarlo, así que voy a rendirme a la evidencia.
¿Para qué alargarlo más? Lo he decidido y lo tengo muy claro. Voy a volverme loco. Chiflado. Majara. Como una puta cabra.
¿Por qué tengo que cortarme a la hora de hacer las cosas? No lo haré a partir de ahora. Voy a volverme loco progresivamente. Quizás ahora no te des cuenta, pero llegará un momento que digas: "¿cómo se ha quedado este chaval tan loco?".
Pues eso, que este post es una advertencia. Hoy quiero volverme loco. Así que voy a empezar por hacer cosas de locos. Se acabaron los post con sentido, haceros a la idea de que todo lo que escriba será bajo los efectos de la locura, así que preparaos para cualquier cosa...

Por lo pronto disfrutad de mi nueva música. Os encantará.


lunes, 4 de marzo de 2013

Buen viaje Narciso

- Tío, necesito inspiración, pero no la encuentro en mi día a día. Necesito romper con la rutina y creo que así encontraré algo por lo que luchar, algo por lo que vivir.
+ El camino empedrado fluye por la vida como un río de penas.
- No tienes ni idea de lo que has dicho.
+ Ya, pero te ha hecho pensarlo. A veces las cosas no tienen sentido. Simplemente fluyen, como mi camino empedrado.
- Pero un camino empedrado no puede fluir, de eso se trata.
+ Y ¿qué más da? ¿A quién coño le importa que un camino de piedras pueda fluir? Lo que tienen que fluir son las palabras, una detrás de otra. Aunque no tengan sentido alguno. Siempre habrá alguien que le despiertes algo. Algo que quizá no sepa explicar, pero algo.
- Vaya, es muy profundo eso que has dicho. Pero sigo sin verlo, me gustaría que las cosas que escribo tengan sentido además de fluir.
+ Pero eso es demasiado para un escritor amateur como tú.
- Oye, y ¿por qué es demasiado?
+ Mírate, no te dedicas a escribir, y pretendes crear escritos que fluyan y que tengan un sentido intrínseco. No se puede pedir todo en esta vida.
- Coño, ¿y por qué no? No tengo porqué dedicarme solo a una cosa en la vida, puedo tener diferentes profesiones.
+ Vale, pero serás un mindundi en todas ellas.
- No me importa. Tengo inquietudes
+ Vale tío, ¿y a mí qué me cuentas? Solo soy una voz en tu cabeza que de vez en cuando discutimos y nunca sacamos nada en claro. Déjame tranquilo y no me marees más con tus problemas del primer mundo.
- ¿A qué cojones viene ese enfado? Que sepas que lo que me afecta a mí, te afecta a ti de forma directa.
+ No, y una mierda. Yo soy ese pensamiento que simpre quisiste ser, siempre voy a ser mejor de lo que tú nunca podrás ser, porque para ti soy perfecto. Represento a tu perfección, y alcanzarme es una utopía. No importa lo que hagas, o lo que consigas, eres un ser humano, eres imperfecto y siempre vas a querer más. Yo soy todo lo que quieres ser y soy todo lo que querrás ser cuando tengas lo que quieras. Solo déjame tranquilo. Olvídate de que existo y vive tu vida. Es el mejor consejo que te van a dar en tu jodida existencia.
- No puedes abandonarme, eres mi inspiración. Eres la razón por la que estoy luchando por respirar.
+ Solo soy una imagen en tu cabeza, una utopía. Pero soy un cabrón. Y cambiaré de forma cuando menos te lo esperes. Y todo lo luchado te parecerá poco. La razón por la que respiras no está en tu cabeza, está en tu corazón. Está en los rincones de tu corazón, donde guardas lo que más quieres. Yo soy como masturbarte frente al espejo, una proyección narcisista de tu yo futuro. Deja de preguntarme a la hora de tomar decisiones y pregúntale al que bombea la sangre para mantenernos vivos a todos. Él es el altruista y el que mejor sabe controlar la situación. Yo solo soy una cara bonita.
- ....

En la biblioteca, el resto de personas contemplaban atónitas como un muchacho de 26 años lloraba desconsoladamente sin motivo alguno


viernes, 1 de marzo de 2013

(Te escribo un relato) Justicia divina

La lectora AB nos envía el siguiente escueto mensaje:
FELICIDAD, GUERRA, SIGLO XXI, PUEBLO, PERRO
Espero que te guste lo que he escrito para ti. ¡Un saludo!

El diablo pidió un minuto de silencio a la humanidad, pero el pueblo era inconsciente y no se lo quiso conceder. Después de renunciar a la justicia divina, la raza humana daba la espalda al propio infierno. Era demasiado cruel incluso para él.
Decidió declarar la guerra a la especie humana, y para ello se devanó los sesos para trazar un plan tan brillante que permitiera a los estúpidos bípedos autodestruirse a sí mismos en un estado de felicidad perenne sin saber que en realidad, la raíz del mal venía de las propias llamas del infierno.
Dios, en su infinita bondad, intentó dar una última oportunidad a estos seres recién creados y tan insolentes. Les puso a cargo de un árbol. Un árbol que no podían tocar. Realmente, a Dios se la pelaba ese árbol, es más, tenía pensado recalificar ese terreno para crear un salón recreativo. Pero le dio por ahí.
El diablo, malo como él solo, le propuso un pacto a Dios: "si los humanos te la meten doblada con el árbol, me ayudas para mandarlos al carajo". El santísimo, confiado con sus humanos, aceptó la propuesta. "Ignorante de la vida" se decía don Satán a sí mismo.
En cuanto picaron un poco a los humanos, tardaron menos en traicionar que un perro hambriento en comer un filete. Las consecuencias del alto rango fueron inmediatas: los expulsó del paraíso de una patada en el culo, e ipso facto fue a hablar con su amigo, el cual le había advertido de la naturaleza de esta raza. "Vamos a reventar a estos hijos de puta", le dijo Dios a Satanás.
"La venganza es un plato que se sirve frío, y despacio para poder saborearlo", decía el hijo de las tinieblas. Teniendo claro que no querían mancharse las manos, entre los dos idearon un plan perfecto. Contando con la estupidez humana y su capacidad de traicionarse, las dos mentes más brillantes del universo crearon el arma perfecta para la destrucción de nuestra raza. Introdujeron el dinero.
Hoy, en pleno siglo XXI, esta singular pareja está viendo la finalización de su obra. Se han regodeado en nuestra desgracia mientras beben una botella de champagne divino. Esta es la justicia de los dioses.