jueves, 12 de julio de 2012

Cobarde


¿Qué hacer cuando no te apasiona tu trabajo? ¿Es un delito envidiar el trabajo y la habilidad de otros?
Cuando contemplas con los ojos como platos el trabajo de alguien, y desearías ser tú el que hiciera eso, es cuando uno mismo debería replantearse ciertas cosas:
¿Me proporciona mi trabajo todo lo que yo necesito?
¿Me siento realizado conmigo mismo cuando ejerzo mi trabajo?
¿Puedo vivir de mi trabajo?
¿Me proporciona mi trabajo más alegrías que tristezas? ¿Más encantos que desencantos?
Cuando termina el fin de semana, ¿quiero volver a mi trabajo?

Está claro, que cuando ejercemos una profesión como hobbie, se nos hace muchísimo más amena, y cuando esta profesión se convierte en trabajo (obligación), a la larga es cuando se convierte en tediosa, repetitiva e incluso aburrida.
¿Dónde encontrar el equilibrio entre el hobbie y el trabajo? ¿Deberíamos trabajar en lo que realmente nos gusta, o encontrar un equilibrio entre nuestra pasión y algo que simplemente, no nos desagrade?
Si apostamos por la segunda opción, siempre nos quedará la duda de qué habría sido de nuestra vida si en realidad nos hubiéramos dedicado a lo que verdaderamente queríamos, pero claro, es difícil dedicarte a lo que amas cuando hay tentaciones en el camino.
"Esa profesión no tiene futuro", "Es muy complicado triunfar en esa área", "Ya hay mucha gente que se dedica a eso". Estas son quizás frases que uno ha tenido que escuchar cuando ha sido más joven y ha querido probar suerte en su pasión.
Personalmente, yo apuesto por el equilibrio entre mis pasiones y mis actividades "no desagradables", supongo que será porque amo mucho a mis pasiones y no quisiera dejar de amarlas nunca. Yo mismo me llevo repitiendo durante toda la vida la misma palabra que ahora mismo todos estáis pensando acerca de mí: COBARDE. Sí, lo asumo, lo digiero, y tengo que vivir con ello, ¿no me podéis poner las cosas un poco más fáciles?

No hay comentarios:

Publicar un comentario