La rosa y la felicidad

La rosa que perdía sus pétalos, víctima de una depresión causada al ver rosas más bellas, no se percataba que a su alrededor solamente habían flores más feas que ella. Esas flores, estaban depresivas al ver la belleza de las rosas, pero tampoco se daban cuenta que estaban rodeadas de simple y vulgar arena.
El polvo acumulado, soñaba con ser arena y poder decorar un jardín rodeado de flores, y no ser el más buscado y apartado por su condición de suciedad.
Una mota de polvo, entonces surgió y se dijo a sí misma que podía ser feliz, estaba rodeado de su gente, de su familia y amigos, ¿qué necesidad tenía de ser una rosa? Entonces se sintió superior a la rosa y a las flores depresivas y superior a esa arena que nunca conseguirían sus objetivos, pues eran utopías infundadas por un sistema del cual era imposible ser feliz si se seguían las normas al pie de la letra.
Solo desviándote un poco del camino es cuándo se conocen otras alternativas a la felicidad infundada, y esta, es mucho más real.