martes, 15 de octubre de 2013

Después de la tormenta, no hay tanta calma

Saca la carreta y recojamos flores de todos los colores. El sol luce permanente y no hay quien detenga a este fiera que ha pillado carrerilla.
Que nadie se refugie de la lluvia pasada, hoy va a ser un gran día. ¿Maldad? No sé qué significa. ¿Bondad? No la necesito. Déjame disfrutar este momento, necesito volver a encontrarme y estoy tan cerca, que ya puedo ver a ese desconocido que un día fue mi amigo.
Arrancando las malas hierbas que la tormenta hizo brotar me encontrarás estos días. Con la cara del que sabe que lo malo ya ha pasado. Con la conciencia tranquila del hombre que sabía demasiado. Con el pulso constante, después de unos días de infarto. Las aguas vuelven a su cauce y todo empieza a funcionar como debería. El reloj vuelve a marcar la hora correcta. Así se pueden hacer planes.
Sin embargo las secuelas de este temporal son evidentes, y puede que incluso se queden a vivir en esta tierra. Siempre hay una casa disponible para la experiencia, siempre y cuando quiera quedarse a pernoctar en mi villa. Es un huésped de honor, ¡tratémosle con cuidados VIP!
Mientras tanto, aquí hay trabajo para rato, pero bien eh, que nadie dijo que la algarabía de pensamientos fuera una tarea para niños. Aquí hay equipo para llevar todo esto para adelante, y lo que es más importante: esta cuadrilla cree en sí misma. Así que, con estos preliminares, ¿quién es capaz de decir que no a este amasijo de átomos y células?

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