lunes, 26 de marzo de 2012

Música del alma

¡Ay la música que se halla en el alma!
¡Ay con la música que se siente desde dentro!
¡Qué sería yo sin ella!
Seguramente existiría, pues no es condición necesaria para nuestra existencia, pero es que ¡es tan bella!
Solo necesito cerrar los ojos para volar. Un instante, una nota, una palabra armonizada con un silencio bellísimo que se clava en el alma.
La piel de gallina, uno se queda petrificado, como si nada existiese en ese momento, esperando la que será una nueva nota que sucederá a la otra, formando una melodía que es caviar para los oídos, y exquisitez para nuestro hambriento cerebro.
¿Has terminado de escuchar música que te llegue al alma? Jamás habré escuchado suficiente, jamás me cansaré de descubrir, nunca dejaré que una canción con espíritu se quede sin escuchar.
Solo necesito mis orejas y el corazón para poder volar mientras que vosotros, pobres de espíritu, inventáis máquinas que simulan un vuelo ficticio, pues yo he recorrido las tierras que vosotros nunca visitaréis. He visto los parajes más preciosos, los páramos interminables que se extienden hasta el infinito, he visto la luz, la he tocado y es maravilloso.
¿De verdad tu música te da esto? Deberías revisarlo...

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