
Mi cabeza está hecha un lío y no para de ofrecerme pensamientos inconexos, sin sentido alguno. No puedo dejar que mi mente me supere, o caeré en la locura. Debo organizar mis ideas, volver a recuperar la inspiración para enderezar el camino.
Las notas de música inundan mi cabeza... rebotan como si hubiera un vacío en mi interior y se pasean dejando un rastro de estrellas a su paso. Iluminan todos los lugares por donde han estado, y de esos lugares brotan unos alegres seres que acostumbraban a vivir por allí y que hacía tiempo que no saludaban. ¡Hola! - gritaban desperezándose, como si hubieran estado absortos en un sueño que ha durado más de ocho horas. Los habitantes de Inspiración suelen dormir cuando no ven las estrellas. Piensan que si no hay estrellas en el cielo, no vale la pena despertarse. Por eso riego su lugar mágico con estrellas, soles, lunas y demás figuras astronómicas que merecen ser vistas. Estos diminutos seres ya han despertado, y están haciendo que escriba estas últimas palabras que son lo mejor que, por ahora, puedo ofrecer. Hay que tener en cuenta que los seres se acaban de despertar. Es probable que lo próximo que escriba, será más fresco, y si sigo alimentando a este pueblo, podemo llegar a un buen acuerdo. Habrá que negociar...
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