lunes, 15 de octubre de 2012

Algo muy personal. Abstenerse conspiparanoicos

A quién quiero engañar. La razón me ha vuelto a abandonar en este camino empedrado de duras dudas.
La contradicción recorre mi cuerpo cual pescado fluyendo en agua templada y tranquila, suave, sin obstáculos.
Es curioso como un cazador de mitos puede verse metido en una espiral de angustia provocada por sus propias palabras. Hay que tragar, dice su cabeza, pero su corazón sabe que no. Sabe que no tiene razón, pero coño, es un jodido cazador de mitos. Es difícil de explicar cuando el contexto no es el adecuado.
¡Qué le vamos a hacer! El negro seguirá siendo negro y el blanco, blanco. Pero podemos cambiar el cristal a través del cual lo miramos. Aunque eso no cambie que el negro siga siendo negro, y el blanco, blanco. Debemos recordar siempre eso, lección de vida.
Como dijo una vez un hombre sabio, todo es relativo, nada es absoluto. Por lo tanto, ¿las opiniones personales son relativas hasta para uno mismo? Menudo jaleo estoy montando en mi cabeza. Ahora resulta que he puesto un cristal encima de otro cristal, y la realidad está más difuminada que de costumbre. ¡Vaya por dios! ¡Tendré que irme a pensar al monte!
Siendo sincero conmigo mismo, he de decir que lo único que tengo claro es que no tengo nada claro, que ya es algo. El primer paso es reconocer que eres un puto chiflado para empezar a encontrar la cura, pero la debilidad.. ¡ay de la debilidad! ¡Podrían hablar tantas personas y tantos casos acerca de la debilidad que faltarían árboles para talar los libros dónde se escribirían!
Solo debo ser fuerte. Mano firme. Templanza. Repetir una y mil veces para caso exitoso: Solo debo ser fuerte. Mano firme. Templanza. Solo debo ser fuerte. Mano firme. Templanza. Solo debo ser fuerte. Mano firme. Templanza....

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