Poeta de mierda

Cómo envidio a la gente que sabe escribir poesía. Me odio a mí mismo cuando escribo algún cutre verso de un par de párrafos. Me da muchísima vergüenza releerlo y pienso si los poetas sienten lo mismo cuando leen lo que escriben. Quizá yo no sea el mejor juez para juzgarme, pero en temas poetas... creo que no llego ni al nivel albañil...
Esos poetas otoñales, escribiendo versos de primavera en tardes invernales de un caluroso verano... ¡quién pillara esas mentes y esas manos!
Si tuviera que conquistar a una dama con el talento de mi pluma... podría ir despidiéndome del calor de una mujer para el resto de mis días. Pero ¡qué versos más hermosos se han escrito alrededor de ellas! ¡Qué talento se ha ido por el desagüe femenino! Pero uno no va a escribir siempre sobre lo bonitas que son las flores, el amanecer y la puesta de sol en la playa.
Siempre he pensado que una persona puede aprender a hacer cualquier cosa si otra puede hacerlo. Pero en este caso, el escribir poesía... cada vez pienso que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja a que yo aprenda a escribir poesía. Mientras tanto, os podéis limitar a que os sangren los ojos cada vez que quiero hacer un verso rimado.
Así que féminas enamoradas de un servidor, no esperen una carta de amor en forma de poema de este intento de poeta sin talento. Esperen más bien un milagro si este aborto de pluma es capaz de rimar dos palabras con más sentido que un perro corriendo por un arcoiris. Bendiciones.